El actual director de prensa del Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, realizó una entrevista con los alumnos de la carrera de Ciencias de la Comunicación que están cursando 4º año.
En este marco se refirió a “los talleres clandestinos” los cuales se multiplican en la zona sudeste de la Capital. Un mapa que atraviesa los barrios de Caballito, Flores, Floresta y Pompeya. Y no es una novedad. Existen desde antes de la caída de la convertibilidad, pero se multiplicaron con la caída del uno a uno.
Los talleres ilegales resultan una queja histórica de los vecinos de los barrios en los que se instalan. El gobierno conoce de la existencia de éstos, pero no es fácil realizar una inspección ante una denuncia, así lo explicó el vocero del ministro de trabajo, Mandelman: “No se puede inspeccionar si no estás invitado por el gobierno provincial”.
Aseguró que no hay elementos legales que autoricen al ministerio la inspección de supuestos talleres clandestinos y que es la Ciudad de Buenos Aires con la autorización del Gobierno Provincial quien debe intervenir en el caso y pedir la participación de este sector.
Parecen demasiadas complicaciones, ante un caso que sigue reproduciéndose en nuestro país. A la lista de perjudicados se suman seis ciudadanos bolivianos que perdieron la vida el pasado mes de marzo tras incendiarse un taller textil de Caballito.
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